La Anticoncepción Programada

Hace un tiempo ya, una gran amiga quedó embarazada usando un método anticonceptivo natural… no suele ser muy divertido cuando esto sucede y sin embargo en este caso fué una gran alegría. Eso me hace felíz, porque más allá de la maestría al usar estos métodos anticonceptivos naturales y de admitir su margen de error, sé que esa pareja deseaba un bebé.

Entonces pienso en mí, que he sido el laboratorio de estudio consciente y cotidiano desde hace casi 20 años y corroboro desde el sentido contrario, que la magia de la vida y de la naturaleza, también pasa por ese diálogo profundo del estar en acuerdo con todo el cuerpo, todas las células, sobre lo que se desea.

Alcancé a dar una buena vuelta anticonceptiva, comencé tomando la píldora la píldora, luego me puse el implante del brazo que fué lo peor que le pude hacer a mi cuerpo y a mi psiquis… y después de cada uno de mis dos partos, usé con gran éxito y satisfacción la T de cobre. Recuerdo el momento en que me liberé de todo anticonceptivo tradicional, ya mi cuerpo pedía descanso. Me sentí profundamente vulnerable, como si me hubieran quitado el poder de la anticoncepción. Porque así como el poder concebir vida es magia, el poder decidir no concebirla, también.

Entonces entré en el mundo de la programación propia, es decir, en un diálogo profundo con mi cuerpo, mis células, mis ovarios, mi útero, mis óvulos y todo el sistema poderoso que me hace vivir y poder concebir vida, en el que nos ponemos de acuerdo en que el plan es no reproducirse más y optimizar la energía vital al servicio de los que ya están. Eso sí, consciente de que el trabajo es de a dos, él hizo su parte, a su manera. Y ha funcionado. Soy alguien super regular, que observa su ciclo, misma pareja desde hace 14 años, saludables y activos…

Aclaro que esto, de lo que vamos a hablar, es un conjuro, un rezo, un deseo, un acuerdo hecho contigo misma en unidad y en el acuerdo que tienes con la Vida. No tiene ningún sostén académico, esto es puramente sensitivo, intuitivo e inspirado en el mensaje del agua de Masaru Emoto.

El poder del conjuro reside en el estar convencido de no querer engendrar y darte la oportunidad de entregar esa energía de otra manera, para crear otro tipo de proyecto. Según tu conocimiento de tu cuerpo, según tus diálogos previos con tus órganos y la relación que tengas con ellos, empieza a sintonizarte agradeciendo todo lo que debas agradecer. Es un acto íntimo y profundo. Hazlo relajado en la cama, en la ducha, bajo el agua, con velitas, en calorcito, como lo sientas, muchas veces, las que sientas… y ve contándole a tu cuerpo en dónde estás y lo que quieres lograr. Este ejercicio no solamente es anticonceptivo… este rezo de amor propio es sanador, es revitalizador, te reprograma.

Es un pequeño ritual que se establece en momentos de intimidad con el cuerpo, para sanar. Ojo, nosotros pensamos bonito y damos consejos para estar mejor, pero es necesario saber que todo lo que se está en positivo, también puede funcionar en negativo, por eso es tan importante dejar de pronunciar frases auto denigrantes o limitantes que no te van a ayudar a superar esos vicios… por ejemplo: “odio mi cuerpo”, “no me puedo expresar”, “no puedo!”, “odio mi útero”, “detesto menstruar”… Eso es magia oscura en nuestra boca y no nos damos cuenta… cada una de nuestras células en el cuerpo está viva y escuchando/sintiéndote. Qué maravilloso super poder, el conectar con ellas y ayudarnos a no engendrar, o sanar un quiste, un tumor, a simplemente estar mejor.

Sé por abuelas, que este método anticonceptivo se ha practicado en el tiempo, pero no conozco a nadie que me haya compartido su experiencia. Espero que esta lectura llegue a quienes lo practican y podamos hablar de ello. Y a los que se sientan llamados a practicarlo, igual! me encantará conocer sus experiencias.

Un caluroso abrazo.

Xantico

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