El retiro sagrado lunar de la MUJER CON-SIENTE
Por Jamie Sams, en «Las cartas del Camino Sagrado. Descubrimiento del Ser a través de Enseñanzas Nativas»
Traducción de Beatriz Millán Risco.
La Casa de la Luna es el lugar de la mujer, donde las mujeres se reúnen durante su tiempo menstrual para ser una-con-todas y con los cambios que se están produciendo en sus cuerpos.
Antaño, durante este tiempo especial de ciclos lunares, las mujeres se retiraban de las tareas familiares para reunirse en la Casa de la Luna y disfrutar de la compañía de sus Hermanas.
Tradicionalmente, el Tiempo Lunar representa el tiempo sagrado de la mujer cuando es honrada como Madre de la Fuerza Creadora. Es durante estos días que toda la energía que ha portado su cuerpo durante el mes, puede liberarse y prepararse para la reconexión con la fertilidad de la Madre Tierra.
Nuestros ancestros comprendían la importancia de que cada mujer tuviera su Espacio Sagrado durante este tiempo de reconexión, porque se comprendía que las mujeres eran las portadoras de la abundancia y de la fertilidad. Así como las mujeres eran las madres que incrementaban los miembros de la Tribu, asimismo eran las que traían la fertilidad a las cosechas a través de su conexión con la Madre Tierra, sosteniendo los sueños de la Nación en sus entrañas hasta convertirse en realidad.
El Tiempo Lunar de la mujer era su momento de descanso. A nadie se le hubiera ocurrido impedirle a una mujer su tan necesario retiro durante el Tiempo Lunar. Insistirle a una mujer para que continuase con sus tareas domésticas rompiendo su período de reconexión, podía atraer infortunio sobre cualquier miembro de la Tribu y atraer la ira de la Madre Tierra. Negándole su derecho de reconexión con la Abuela Luna y la Madre Tierra, podía poner en peligro la fertilidad y la abundancia para la Tribu o Nación. Gran parte de esta conexión se ha perdido en nuestro mundo moderno y en mi opinión es la causa de muchos de los problemas que las mujeres hoy en día experimentan con sus órganos sexuales, los cuales podrían ser aliviados si se honrase la necesidad de retiro y reconexión con la verdadera Madre y Abuela, la Tierra y la Luna.
Así como la Abuela Luna es la tejedora de las mareas (el agua o sangre de la Madre Tierra), el ciclo de la mujer sigue et ritmo de este tejer. Cuando las mujeres viven juntas en un espacio común, sus cuerpos empiezan a regular sus menstruaciones hasta que, eventualmente, tengan su Tiempo Lunar en sincronía. Este ritmo natural es uno de los vínculos de la Hermandad Femenina.
Las mujeres honran su camino sagrado cuando reconocen el conocimiento intuitivo inherente a su naturaleza receptiva. Confiando en los ciclos de su cuerpo y permitiendo que los sentimientos emerjan dentro de ella, las mujeres han sido Videntes y Oráculos para sus Tribus durante siglos. En nuestra tradición Séneca, el cuerpo gobernante de la Nación proviene de los ocho Clanes, y cada Clan tiene su Clan Madre. Estas mujeres tienen la última palabra en todas las situaciones. Se comprende que todo crecimiento proviene de la mujer. Así como se hace en los Clanes Madres, cada mujer puede acceder a la verdad que la guiará en su Camino Sagrado, al aprender a usar sus cualidades intuitivas y su sabiduría.
El color negro es el color del Oeste en la rueda Medicinal. El Oeste es el lugar de la mujer, el lugar de todos los mañanas y el hogar del Oso. El Oso se retira a su cueva para digerir la comida y la información recogida durante todo el año, y la mujer se retira a la Casa de la Luna para honrar los regalos que ha recibido de la Madre Tierra durante su ciclo Lunar. La negrura del cielo nocturno está habitada por la luz plateada de la Abuela Luna y es femenina por naturaleza. Por eso las Casas de mujeres se llaman Casas Negras.Es durante su Tiempo Lunar que la mujer comparte sus visiones, sueños, experiencias y talentos. De la misma forma en que no se permiten hombres en las Casas Negras, tampoco se permiten mujeres en las Sociedades y Clanes Guerreros, y de este modo hombres y mujeres pueden reconectarse dentro de la Hermandad que les corresponde y sostiene y mutuamente compartir las enseñanzas aprendidas para fortalecer al Todo.
En la Tradición Nativa, cada etapa del crecimiento femenino es explicado con mucho mimo y amor a las adolescentes. Las enseñanzas comienzan antes de la primera menstruación a través de los Rituales de Iniciación.
Me encanta , la diferencia entre mujeres y hombres es caminar en complemento, unión, ambas energías creadoras de la vida.
Gracias